¿Un argentino en la selección de Brasil? ¡Vade retro, Satanás! Cuando se supo que Sergio Escudero podía nacionalizarse para jugar en el equipo de Dunga, más de uno puso el grito en el cielo. El mismo país futbolero que se banca, hasta con orgullo, que Camoranesi brille en Italia, que Franco grite goles para México o que Santana raspe en el mediocampo de Paraguay, no parece dispuesto a digerir que el ex lateral de Argentinos, hoy en Corinthians, se ponga la verdeamarelha ni por todo el oro del mundo.¿Qué dirían esos mismos argentinos si un entrenador connacional –cualquiera en el arco comprendido entre el formalismo de Russo y la pirotecnica mediática de Caruso Lombardi- se calzara el buzo de la CBF para digitar las tácticas y estrategias del Scratch? No dirían nada porque es imposible que suceda, pensará usted. Pero ya sucedió. Sí, ¡ya sucedió!
El 7 de septiembre de 1965, en el estadio Mineirao de Belo Horizonte, el argentino Nelson Filpo Núñez (de oculos escuros no meio da foto, em pé) dirigió a la selección brasileña que venció 3-0 a Uruguay en un partido amistoso. De este modo, se convirtió en el único técnico extranjero que registra la historia de Brasil. Filpo Núñez fue el entrenador número 40 del Scratch y ejerció la función con un 100% de efectividad, ya que estuvo en el cargo un solo día. El día del partido.
Poco conocido en nuestro medio, Filpo desarrolló casi toda su carrera en el país vecino. Autodefinido como un “mal jugador”, vistió la camiseta de Estudiantil Porteño en 1935 y luego pasó a Acasuso, finalizando su campaña precozmente a causa de una lesión. Se inició como DT en Independiente de Mendoza, allá por 1948, y luego trabajó en Vélez y Lanús, preámbulo de sus excursiones al frente de equipos de Ecuador, México, Venezuela y Portugal. Pero el gran reconocimiento le llegó en Brasil, donde dirigió a equipos importantísimos durante tres décadas: Cruzeiro, Vasco, Palmeiras, Corinthians... Por sus manos pasaron estrellas notables como Garrincha, Djalma Santos, Rivelino, Tostao, Dirceu, Ze María y Orlando.
¿Cómo llegó a dirigir a Brasil por un día? Simple. La CBF decidió que Palmeiras, el mejor equipo del momento, representara a Brasil en aquel amistoso contra los uruguayos. Y como Filpo Núñez era el DT de los verdes, automáticamente se transformó en el DT del Scratch.
César Luis Menotti supo ser uno de sus amigos más entrañables. “En Brasil, este muchacho es Gardel”, solía decir el Flaco. Será por eso que, al menos por un día, a Brasil lo dirigió Gardel.
Publicado el 04 de Marzo de 2009 por Elías Perugino
